Videograbadores híbridos y tríbridos
Videograbadores híbridos y tríbridos. En ocasiones se da la necesidad de incrementar el numero de cámaras en una instalación existente pero con una mayor exigencia de calidad. Supongamos un antiguo grabador que ha quedado obsoleto pero cuyas cámaras aun ofrecen una cierta calidad y queremos aprovecharlo además de incrementar unas cuantas cámaras más o el doble de las existentes.
Pues bien, aquí un grabador híbrido será la solución. Cámara analógicas + cámaras IP con resolución HD. Digamos que la parte «antigua» o analógica» nos permitirá subir hasta las nuevas resoluciones en grabación de 960×576 y en IP o HD llegar hasta 1920×1080 (2 mpx) e incluso más dependiendo del equipo. La idea es aprovechar la infraestructura existente y mejorar considerablemente la calidad de las nuevas aportaciones. Hablamos pues de prácticamente el doble de resolución entre los 2 sistemas que admite el grabador.
Con la reciente aparición del formato HD-CVI, ya explicado recientemente en nuestro blog, también se añade a los actuales híbridos, consiguiendo formar si el lenguaje nos lo permite un tríbrido (analógico+HD-CVI+IP). De este modo, el HD-CVI pasa a suplir al IP con resoluciones hasta 1920×1080 y el IP se desmarca y permite llegar como punta de lanza hasta resoluciones 2048×1536 (3 mpx) y 2592×1920 (5 mpx).
El camino hacia mayores resoluciones está marcado y tanto cámaras como grabadores van adaptándose, sin olvidar también las redes de fibra FTTH.
Estos equipos, utilizan conectores BNC para cableado coaxial ( o balluns UTP) en el uso de las entradas analógicas o HD-CVI, y para la conexión a cámaras IP dispone de un puerto ethernet extra para conectar ahí las cámaras necesarias (además del que conecta con el router).
En el supuesto caso que queramos estorar la resolución y calidad hasta 4K, deberemos irnos a un sistema IP exclusivo, ya que por el momento los sistemas tribridos solo abarcan el ip resoluciones 1080P y no 4K.